Recuerdo que el 4 de julio de 2011 publiqué un trabajo titulado “POEMAS PARA EL VERANO” y con él me despedía de vosotros durante el periodo estival. Este año, 2012 lo titulo “VERANO DE INCERTIDUMBRE Y BOCHORNO” y
la razón está muy clara.
En primer lugar, por el calor y el bochorno que, desde bastante antes de entrar el verano, estamos disfrutando en las tierras del sur y además todos los pronósticos coinciden en que va a ser un largo y cálido verano, como el título de aquella película de mis tiempos mozos.
En segundo lugar, y como estaréis comprobando, ¿qué nos deparará el destino?, ¿qué saldrá de la mente de nuestros esforzados gobernantes? Me han sorprendido, ya, con tantas cosas, que uno no sabe cual va a ser la próxima. Claro que, las que yo quisiera, esas no las veo en el B O E. Y la verdad es que me darían un gran alegrón (no las repito, porque los lectores de mis artículos, ya, las conocen).
La verdad es que lo tienen difícil, pero sería necesario que pensaran mucho más en los débiles, socialmente hablando, y podaran más el apretado follaje de un bosque, que se va haciendo cada vez más impenetrable, más sibilino, más enraizado es las estructuras sociales, más ruin, más profesionalizado y más infiltrado en los partidos políticos, de tal forma que, siendo constitucionalmente reconocidos, dichos partidos están convirtiendo nuestra DEMOCRACIA, difícilmente conseguida, en una PARTIDOCRACIA, que todo lo influencia, que todo lo invade y que, al final, todo es una pelea por conseguir cada uno su pedazo de poder con las nefastas consecuencias, que estamos viendo.
En fin, no quiero cansaros con más de lo mismo y, eso sí, quiero presentaros unos poemas (alguno, ya, publicado en CLAUSTRO POÉTICO de Jaén, donde, también, publico), que, por versar sobre cosas muy marteñas, puede que os gusten. Dichos poemas son EL CASTILLO DE LA PEÑA y LA ESTACIÓN. Además de hacer una bella descripción, reclamo, para la estación, nuestra estación decimonónica, una solución mejor que la actual. Sólo pretendo que la lectura de los poemas os aleje del mundo negro de los telediarios y de las tertulias con los temas manidos, que no acabamos de digerir.
Feliz verano para todos y que los acontecimientos sean favorables para la mayoría social, que son los más vulnerables.
EL CASTILLO DE LA PEÑA
Ruinas que emergen, enhiestas, hacia el cielo,
heridas que, ya, no sangran abrumadas de silencio,
galeón desvencijado en el mar de los olivos,
piedras que sufren silentes avatares del destino.
Eres peineta de Martos y en la distancia eres hito,
la luna en ti se refleja, iluminando el camino,
el viento corroe furioso tu irregular osamenta,
queriéndote arrebatar que corones nuestra Peña.
Cuántas veces te alcancé por escarpados caminos,
cómo solacé mi espíritu en aquel mundo distinto.
Hoy, yo quisiera volver a tus seculares piedras
y convertirme en un niño y que la edad no existiera.
LA ESTACIÓN
(Pasado y presente)
El vapor, géiser metálico, de la máquina
escapaba.
Grandes volutas, en constante ascenso, a los cielos
apuntaban.
Las estelas de algodón en el aire
vacilaban.
La música de aquel tren, como de disco rayado, me
embargaba.
Era aquel sencillo tren una estampa, siempre
recordada.
En la estación, fin del pueblo, los viajeros
pululaban.
Máquinas, hombres, maletas, frenética actividad, que nunca
cesaba.
Estación decimonónica, te veo y no te conozco, ahora, tan
devastada.
Tu imagen, bella y altanera antaño, hoy, basura
acumulada.
Antes que escombros y oxidados hierros, te quiero ver
restaurada.
.![Paco Teva](http://www.martosaldia.es/wp-content/uploads/2011/03/Paco-Teva-166x230.jpg)
Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho