Ponte en mi lugar, ¿El poder antes que lo humano?
Una vez más tengo que hacer una de mis críticas destinadas al Patrimonio de nuestro pueblo, que cada día está más en peligro, pero en esta ocasión se va a poner en riesgo el empleo de muchas personas que llevan años trabajando en condiciones de hace ya mucho tiempo, quizás haya gente que todavía no se haya dado cuenta de que ya existe el aire acondicionado y que las tejas dan mucho más fresquito que la uralita.
A estas alturas os preguntareis que quiere decir todo esto, pues os lo voy a decir. Como ya sabéis había rumores que se han hecho ciertos a cerca del próximo destino del mercado del Llanete. Si algún día os da por entrar en este mercado, os daréis cuenta de que hoy en día solo quedan unos pocos puestos.
Todos los hortelanos y vendedores se han buscado sus habichuelas viendo “la que se avecina”, como la famosa serie de televisión, pero otros muchos tantos no pueden moverse de allí porque no tienen ningún otro recurso.
Muchos comerciantes, han optado por quitar su puesto de esta plaza y trasladarse a otros lugares donde vender su género. Otras personas como charcuteros y fruteros, siguen en el mercado esperando lo inevitable, la próxima demolición que se planea para finales de este presente año.
¿Por qué nuestros gobernantes no hacen nada por solucionar esto?¿por qué todas las actuaciones se centran en el casco antiguo de alrededor del ayuntamiento?, quizás por estos desajustes y por estos enfrentamientos el ayuntamiento ha perdido 3 concejales en las últimas elecciones.
Muchas son las familias que están sufriendo con esta situación. Se van a quedar sin un sueldo fijo, sin un status de vida que tenían desde hace muchos años, y que ahora con más de cuarenta años de edad no van a ser capaces de encontrar un trabajo, como lo puede encontrar una persona de 20 y pocos.
Pronto podremos ver otro bonito bloque de pisos con sus excelentes apartamentos, áticos, duplex y demás monstruos inmobiliarios que van a dejar en la calle a muchas familias trabajadoras de nuestro pueblo y de nuestras vidas.
Ya no importa la belleza de la Avenida Moris, o el arreglo de la Cruz del Lloro, o la construcción de tantas y tantas y tantas rotondas, importa la vida, el sueldo y el pan de cada día de muchas personas que dentro de poco van a ver como su fuente de ingresos solo va a ser un montón de escombros entre los que habrá un montón de años de dedicación, de ilusiones y de vidas sesgadas que ya nunca jamás podrán volver a levantar cabeza.
JESÚS MATA